En un país y una ciudad que simbolizan el final de la Guerra Fría, George W. Bush propuso ayer culminar la construcción de una Europa unida y libre con la ampliación de la OTAN y la UE a todos los países democráticos, en estrecha cooperación con Rusia.
El presidente de EE UU esbozó un futuro de una Europa unida que «debe incluir a Ucrania», y en la que sus dos grandes instituciones, la OTAN y la Unión Europea, establezcan lazos de cooperación con Rusia y todos los países surgidos de la URSS. «La OTAN, incluso cuando crece, no es enemiga de Rusia. Estados Unidos no es enemigo de Rusia», aseguró Bush en un discurso en la biblioteca de la Universidad de Varsovia. La cumbre de la Alianza que se celebrará en Praga en 2002 decidirá cuáles son los próximos países invitados a ingresar en la organización. «Estados Unidos está preparado para tomar decisiones concretas e históricas, junto con sus aliados, para avanzar en la ampliación de al OTAN», aseguró el presidente.
Aunque no dio nombres concretos de países, la mención de que se admita a «todas las democracias que lo deseen» y de que Rusia no debe temer una Alianza Atlántica en sus fronteras apunta a que el Gobierno de EE UU está decidido a respaldar el ingreso de las repúblicas bálticas ex soviéticas, al que se opone Moscú.