La visión a favor de la Unión Europea del primer ministro británico, Tony Blair, ha salido reforzada después de conocerse su arrolladora victoria en las elecciones generales celebradas ayer en el Reino Unido, en las que los laboristas han conseguido 413 de los 659 escaños de la Cámara de los Comunes. Entretanto, el líder de los conservadores, William Hague, ha presentado su dimisión por la vergonzosa derrota de su partido.
El primer ministro anunció ayer mismo cambios para comprometerse más con Europa. Blair es partidario de que Reino Unido adopte la moneda única ya que, en su opinión, no hacerlo supone la pérdida de muchos puestos de trabajo que dependen del continente. Además, según él, la fortaleza de la libra esterlina dificulta la inversión extranjera en las islas británicas.
«En lo que se refiere a Europa y al mundo exterior, debemos efectuar cambios con el fin de comprometernos y ejercer nuestra influencia», declaró Blair ante la que seguirá siendo su residencia en Downing Street, añadiendo que dicho cambios «serán difíciles» pero sin dar más datos al respecto. Además, pidió a los británicos que confíen en él «y no den la espalda al mundo o se refugien en el aislacionismo».
Antes de comparecer ante los medios, el primer ministro acudió a Buckingham Palace, donde la reina Isabel II le ha encargado que forme gobierno. Posteriormente, acudirá a la Cámara de los Comunes (Cámara Baja del Parlamento) para anunciar la formación del gabinete. Esta es la primera vez, gracias a la arrolladora victoria de Blair, que los laboristas consiguen dos legislaturas consecutivas desde que se fundó el partido hace cien años. En este sentido, Blair ha agradecido la confianza de los ciudadanos para que se puedan terminar las reformas iniciadas en 1997.