Los candidatos Alejandro Toledo y Alan García cerraron anoche sus campañas para las elecciones presidenciales del domingo en Perú en tanto entraron en vigor las restricciones legales destinadas a garantizar la normalidad de los comicios, la principal de todas, la «ley seca». Toledo y García encabezaron ayer las últimas manifestaciones públicas, el primero en Cusco, antigua capital del Imperio de los Incas, 1.000 kilómetros al sureste de Lima, y el ex presidente en al Paseo de la República de la capital peruana. Ambos pusieron punto final a su contacto directo con multitudes en esta jornada, porque la ley electoral dispone que se deben suspender todo tipo de manifestaciones de carácter político dos días antes de la fecha de las elecciones.
El economista líder de Perú Posible y el ex presidente se disponen a protagonizar una segunda vuelta electoral que se presenta muy reñida, de acuerdo a los últimos sondeos de intención de voto, porque los aspirantes están separados sólo por cuatro puntos en las encuestas. Según los sondeos de intención de voto, la tendencia a votar en blanco y nulo se sitúa entre el 21 y el 23 por ciento, un porcentaje mayor al registrado en anteriores procesos electorales cuando era de 15.
Este hecho a movilizado a los dos candidatos en busca del voto de los indecisos, que puede ser clave para la elección del nuevo presidente de Perú. García aseguró a la prensa que, según los sondeos de intención de voto, «una cantidad de votos indecisos están tomando posición favorable a mi candidatura». Mientras, Alejandro Toledo opinó que en el APRA existía «un nerviosismo generalizado» debido a que las encuestas otorgaban a su candidatura el triunfo en la segunda vuelta electoral.