El Parlamento decidió ayer procesar al presidente indonesio, Abdurrahman Wahid. Wahid, víctima de los mismos partidos que hace 19 meses lo eligieron y convirtieron en primer presidente de la era democrática de Indonesia, ha perdido el apoyo del Parlamento, que por mayoría recomendó convocar una sesión especial de la Asamblea Consultiva del Pueblo (Cámara Alta) con el fin de destituirlo.
365 diputados de los 500 que integran el Parlamento votaron a favor de seguir adelante con el proceso de destitución, mientras que cuatro se opusieron, 39 optaron por la abstención y 92 se ausentaron de la sala.
Durante la jornada se produjeron incidentes violentos en Yakarta y en otras ciudades de Java Oriental, la tierra natal de Wahid, donde sus seguidores amenazan con causar un «baño de sangre» para vengar la afrenta. Al menos una persona murió ayer y otras cinco resultaron heridas en choques entre discípulos de Wahid y fuerzas de seguridad, que mantendrán durante algunos días el estado de alerta.