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El Partido Republicano de Bush se queda en minoría en el Senado

Jeffords deja su partido por rechazar la reducción de impuestos del presidente

JOSÉ DELGADO-WASHINGTON
La decisión de James Jeffords de convertirse en senador independiente alteró ayer el reparto de fuerzas en Washington, al otorgar a los demócratas la dirección del Senado y reducir el poder de los republicanos más conservadores. Con su anuncio de ayer, Jeffords -quien por 27 años representó a los republicanos en el Congreso- permite al demócrata Tom Daschle convertirse en el nuevo líder de la Cámara Alta y en el principal filtro de la agenda legislativa del presidente George W. Bush.

Jeffords, de 67 años, es el decimoctavo senador que cambia de partido en la historia del Senado estadounidense, pero el primero cuya decisión provoca un vuelco en la dirección de la cámara legislativa. El senador Jeffords sostuvo que quiere evitarse nuevos contratiempos con los republicanos, pues discrepa de Bush en importantes temas como el presupuesto, la reducción de impuestos, la educación, la energía, la ecología y el sistema de defensa antimisiles. Con la declaración de independencia de Jeffords, los 50 demócratas del Senado se convierten en mayoría, frente a los 49 republicanos, que apesadumbrados, buscaban ayer ajustarse el cinturón y evitar nuevas bajas.

La Cámara de Representantes, que dominan los republicanos 221 a 212, con dos independientes, seguirá con el mismo equilibro de fuerzas, pero su presidente, Dennis Hastert, ha advertido de que ahora la mayoría está más obligada a «trabajar unida». Los demócratas no podían ocultar su sonrisa en los pasillos del Capitolio y últimamente, sin éxito, han cortejado también a otros dos republicanos, al rebelde John McCain, cuyas diferencias con Bush datan de las primarias presidenciales, y al moderado Lincoln Chafee.

«La tolerancia del disidente es el sello de un partido maduro y ya es hora de que el Partido Republicano crezca», dijo McCain, en ocasiones arrinconado por sus colegas después de haber sido el rival más fuerte de Bush en las primarias republicanas. «Respeto su decisión, pero no puedo disentir más», dijo el presidente Bush, quién quizá intervino muy tarde para evitar la deserción de Jeffords.

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