El senador James Jeffords mantuvo ayer en jaque a los republicanos ante su aparente decisión de convertirse en independiente y permitir a los demócratas asumir el control de la agenda legislativa en el Senado de Estados Unidos. En lo que constituye un verdadero dolor de cabeza para el presidente George W. Bush, al que se le complicará la aprobación de sus iniciativas legislativas, Jeffords ha anunciado a varias fuentes políticas que pretende declararse independiente.
Si Jeffords confirma esa decisión hoy en su estado de Vermont, donde ahora tiene previsto hacer el anuncio formal, los demócratas asumirán de inmediato el control del trámite y debate legislativo en el Senado, con una mayoría mínima de 50-49-1. «Quiero ir a casa a ver a mi gente», dijo Jeffords en el Capitolio, tras cancelar la conferencia de prensa en que iba a hacer ayer su anuncio formal.
No está aún del todo claro el efecto que puede tener su determinación en la composición de los comités legislativos. Si Jeffords se convierte en un verdadero senador independiente, los demócratas podrán asumir la presidencia de los comités del Senado y así controlar el futuro de los proyectos de ley.
Pero, si decide seguir aliado en ese sentido con los republicanos, el tema volvería a complicarse. Fuentes políticas dijeron hoy que Jeffords ha prometido votar con los demócratas en el nuevo reparto de fuerzas de las comisiones legislativas.