El grupo automovilístico Ford llamará a revisión hasta 13 millones de neumáticos Firestone potencialmente defectuosos, lo que le supondrá un gasto de 3.000 millones de dólares (577.605 millones de pesetas). El jefe de la Ford, Jacques Nasser, explicó ayer al Gobierno porqué su compañía reemplazará casi 13 millones de neumáticos fabricados por Firestone, mientras las dos empresas terminan con recriminaciones una alianza de un siglo.
Al tiempo que la cotización de las acciones de ambas empresas seguía bajando en los mercados y los abogados de quienes han demandado a la Ford y la Firestone veían mejores perspectivas para sus querellas, Nasser visitó el Departamento de Transporte y el Congreso. Bridgestone, la firma japonesa propietaria de Firestone, sostiene que la pérdida del negocio con Ford no le causará un gran impacto financiero, pero ha iluminado las perspectivas del otro fabricante estadounidense Goodyear, que preparaba cortes de producción y empleo.
La guerra de los neumáticos estalló el año pasado cuando, sobre la evidencia de accidentes -tan sólo en Estados Unidos, han causado la muerte de 174 personas-. La mayoría de los accidentes, tanto en Estados Unidos como en otros países, involucraban los neumáticos del modelo ATX y Wilderness, e instalados en los vehículos todo terreno Explorer de la Ford.