El líder del centroderecha italiano, Silvio Berlusconi, perfila el Gobierno que ya adelantó con cuentagotas durante la campaña y al que ayer no descartó incorporarse el líder de la Liga Norte, Umberto Bossi, pese al descalabro electoral sufrido por la formación. Sin las ataduras que tuvo en 1994 con la Liga Norte y el aval de la mayoría absoluta en el Parlamento, Berlusconi trata de resolver la incógnita de la vicepresidencia, en la que se da por seguro a Gianfranco Fini, el líder del derechista Alianza Nacional.
El presidente del Centro Cristiano Demócrata, Pierferdinando Casini, fue también señalado en las últimas semanas por el líder conservador como aspirante a una segunda vicepresidencia, aunque en su partido no se descarta que pueda ser la imagen de Italia en el mundo como ministro de Exteriores. El tercer peso pesado de la Casa de las Libertades, el patrón de la Liga Norte, Umberto Bossi, también fue ubicado en un inicial trío de vicepresidentes, cuando se consideraba fundada la posibilidad de que la formación ex secesionista fuera clave para el Gobierno de Berlusconi, pero no ha sucedido así.
La Liga Norte se quedó fuera del reparto de escaños en el sistema proporcional, al no llegar al 4 por ciento, y con sus 31 diputados y 16 senadores, elegidos en los colegios uninominales, pierde su influencia, debido a la holgada mayoría absoluta conseguida por el Cavaliere: 368 diputados sobre 630 y 177 senadores sobre 315.Pese a la importancia de este retroceso electoral, con la pérdida de casi el 60 por ciento de sus votantes, Bossi no se arredró y en su primera comparecencia tras las votaciones pidió la presidencia de una de las dos Cámaras y la entrada en el Gobierno.
Sin descartar que él mismo pudiera ser ministro, pero sin poner tampoco especial énfasis en ello, el líder de la Liga Norte dijo que espera para su partido «algún puesto clave en el Gabinete». «Hemos fecundado con ideas de la Liga a toda la alianza y no tengo ninguna duda de que estaremos en el Gobierno en posiciones claves, con ministerios importantes», señaló.
A nivel internacional, y a cuenta gotas, los líderes políticos europeos empezaron ayer a felicitar a Silvio Berlusconi por su amplio triunfo electoral, pero los comunicados fueron escuetos y sin denotar entusiasmo. En cuanto a las elecciones municipales, que se celebraron el mismo día en más de mil localidades italianas, ha deparado la obligación de un desempate en segunda vuelta para las alcaldías de Roma, Nápoles y Turín, mientras confirma el triunfo del candidato conservador en Milán. El 27 de mayo tendrá lugar la segunda vuelta de las municipales entre los dos candidatos más votados en aquellos casos en los que ninguno ha obtenido al menos el cincuenta por ciento de los votos emitidos.