El presidente de la institución, Wim Duisenberg, explicó la decisión por el retroceso de las presiones sobre los precios, que «disminuirán progresivamente a lo largo del año», con lo que en 2002 la inflación de la Zona Euro estará por debajo del 2 por ciento. En España, el secretario de Estado de Economía, José Folgado, realizó una interpretación de la situación similar a la de Duisenberg y aseguró que las variables de la economía española «favorecen para más adelante un comportamiento mejor de los precios».
A pesar de su optimismo sobre los precios, Duisenberg aseguró que el instituto emisor europeo permanecerá vigilante y admitió que la decisión de rebajar ha estado influida por la desaceleración de la economía de los 'doce', al afirmar: «Esta reducción debe interpretarse como un ajuste de los tipos de interés a un nivel apropiado para garantizar que la Zona Euro pueda mantener una estabilidad de precios y contribuya al crecimiento».
La de ayer es la segunda bajada aplicada por el BCE desde que asumió las riendas de la política monetaria en Europa. La primera se produjo en abril de 1999. Desde entonces, el instituto aplicó sucesivas subidas, hasta situar su principal tipo director, el de refinanciación, en el 4'75 por ciento, nivel en el que se mantenía desde el pasado 5 de octubre. La rebaja de 0'25 puntos de ayer sitúa los otros dos tipos del BCE, el marginal y el de depósito, en el 5'50 y el 3'50, respectivamente.
La decisión de los gobernadores sorprendió a analistas y mercados que daban por descontado el mantenimiento del precio del dinero en la UEM, para seguir controlando la inflación, basándose en las últimas declaraciones de los responsables del instituto, que insistían en la persistencia de tensiones sobre los precios, especialmente en Alemania e Italia. También el banco de Inglaterra ha bajado su tipo director un cuarto de punto para contrarrestar la debilidad de la economía británica.