El presidente argelino, Abdelaziz Bouteflika, anunció ayer la creación de una comisión de investigación nacional. Su intención es esclarecer el motivo de los enfrentamientos entre manifestantes y la policía en la Cabilia. La comisión estará constituida por representantes de asociaciones civiles y podrá trabajar «en completa libertad y transparencia», dijo el jefe de Estado argelino en un discurso a la nación.
Bouteflika calificó de «trágicos y dolorosos» estos sucesos que enfrentan a jóvenes bereberes de la Cabilia con el poder central argelino, y subrayó que son fuente de preocupación y de peligro para todo el país.
Tras rendir homenaje a «las víctimas de los enfrentamientos», el presidente argelino consideró que estos choques no son fortuitos y acusó a ciertos partidos, sin citarlos, de incitar «al extremismo, al odio, a la subversión y a la división».
Esos partidos, según Bouteflika, se encuentran tanto dentro como fuera del país; «sabemos quiénes son y con el tiempo sus nombres serán desvelados también a la opinión pública», dijo.
A continuación, instó al cese de la violencia como condición previa al diálogo para tratar de solucionar «los múltiples problemas del país». El jefe de Estado se dirigió en particular a los jóvenes argelinos al indicar que ha tomado nota de su protesta y que comprende su «impaciencia, frustración e incertidumbre» ante un futuro que adivinan sombrío.