La liberación de los 24 tripulantes del avión de reconocimiento EP-3 era la primera prioridad de la Casa Blanca y para ello el presidente George W. Bush tuvo que pronunciar las palabras de disculpa que el Gobierno chino reclamó. «Ellos han ganado y nosotros hemos perdido», afirmaron ayer dos expertos en las relaciones de EEUU con China, Robert Kagan y William Kristol, al considerar «humillante» que EE UU se disculpe por un incidente provocado por los militares chinos.
De las primeras declaraciones de los miembros de la tripulación del avión espía se desprende, según EE UU, que el aparato chino provocó la colisión. La cadena de televisión CNN difundió ayer, en este sentido, varias fotografías suministradas por el Pentágono en las que se observa la cercanía con la que volaba un avión militar chino que pudo ser el que finalmente se estrelló y desapareció en el mar.
Estos datos están siendo filtrados por el Pentágono para demostrar que el piloto chino provocó el incidente y con el fin de defender esta posición ante los chinos en la reunión del próximo miércoles en la que se analizará el incidente. En este sentido, el secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld, dijo anoche que el piloto del caza chino que chocó con un avión espía estadounidense, y que se da por desaparecido, maniobró de forma agresiva durante el incidente del pasado 1 de abril.
El Gobierno de Pekín pretende que EE UU pague por el avión chino perdido e indemnice por la muerte del piloto, mientras que Washington desea a toda costa recuperar el avión espía valorado en 100 millones de dólares y proseguir sin cambios las misiones de reconocimiento y espionaje en el espacio aéreo internacional. Teniendo en cuenta el interés de los militares chinos en provocar a los estadounidenses para que reduzcan las misiones de reconocimiento frente a sus costas, el artículo de Kagan y Kristol de ayer en el diario 'The Washington Post' señala que EE UU ha cedido a la «extorsión» de Pekín porque tenía a 24 rehenes.
Zemin, de visita en Cuba, apoya a La Habana frente a la
'amenaza americana'
El presidente de la República Popular China, Jiang Zemin, dijo ayer
en La Habana que su gobierno concede «gran importancia» a las
relaciones con Cuba y expresó su respaldo a la isla caribeña en «el
rechazo a intervenciones y amenazas externas», en clara alusión a
la presión que EE UU ejerce sobre el estado cubano. Zemin se
encuentra en visita oficial a Cuba y fue recibido ayer por Fidel
Castro en la Plaza la Bandera del Palacio de la Revolución. Zemin
dijo que el gobierno chino «apoya al pueblo cubano en su justa
lucha por salvaguardar la soberanía estatal y la independencia
nacional» y «estamos dispuestos a trabajar junto con Cuba por el
ulterior desarrollo de nuestras relaciones de amistad y
cooperación», subraya la nota suscrita por Zemin.