El ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, detenido el domingo por supuesto abuso de poder, considera que está sometido a un «proceso político» montado por sus sucesores en el poder. Milosevic expuso ese argumento y rechazó los cargos que se le imputan, al redactar él mismo el texto de la apelación contra la detención preventiva de 30 días dictada el domingo contra él por el juez de instrucción que lo interrogó. «Considero que el proceso contra mi persona está políticamente montado por orden de las nuevas autoridades, para que sea manchado y despreciado mi trabajo de muchos años y especialmente porque me he enfrentado a los poderosos del mundo en interés del Estado y del pueblo», dijo en su apelación.
Milosevic es licenciado en Derecho. El texto de la apelación fue distribuido ayer en rueda de prensa por su abogado defensor, Toma Fila, quien antes lo había presentado al Tribunal de Belgrado, encargado de la investigación contra el ex presidente. «Una forma especial del empeño por despreciarme es la medida de detención preventiva para que 'no escape del país' y no influya en los testigos», afirmó Milosevic. Rechazó estos argumentos recordando que no había huido del país ni siquiera «ante la campaña de la prensa del régimen, que en los últimos seis meses me acusó y condenó de todos los actos penales».
Contra el ex presidente pesa una orden internacional de busca y captura, ya que está acusado de crímenes de guerra por el Tribunal Internacional para la ex Yugoslavia. En cuanto a la influencia en los testigos, la rechazó exponiendo que el teléfono de su casa es «siempre escuchado, sin que las autoridades lo nieguen siquiera» y porque a la puerta está la policía vigilando. El Gobierno serbio aseguró en días pasados que la detención de Milosevic se debía a la violación de leyes nacionales y que no estaba relacionada con la acusación del tribunal internacional ni con el plazo dado por Washington.
En la apelación, Milosevic rechazó su responsabilidad en el delito de malversación de fondos estatales en beneficio propio, de sus colaboradores y de su Partido Socialista (SPS), por valor de 118 millones de dólares. «El dinero no se daba a individuos sino que fue usado para asuntos estatales: para la economía y la solución de problemas sociales en condiciones de crisis (por las sanciones internacionales)», explicó. «En cuanto al dinero que fue usado para armas, municiones y demás necesidades de los Ejércitos de la República Serbia (de Bosnia) y de la Krajina Serbia (de Croacia), eso no se pudo revelar en el presupuesto debido a que se trata de un secreto de Estado», expuso. Ésta es la primera vez que se confirma públicamente que Yugoslavia (Serbia y Montenegro) ayudó militarmente a los serbios de Bosnia y Croacia durante las guerras de secesión de esas dos ex repúblicas yugoslavas (1991-1995).
La policía ha encontrado en su casa de Belgrado un importante arsenal y entre los papeles de uno de sus más estrechos colaboradores lo que parecen ser los planes para un golpe militar que iba a producirse este mismo mes.