Rusia ha expulsado a cuatro diplomáticos estadounidenses y pedirá la salida de otros 46 para el verano, confirmaron ayer fuentes del Departamento de Estado. Un portavoz oficial, Philip Reeker, reconoció ayer que Moscú ha ordenado la expulsión inmediata de cuatro diplomáticos, y que «pedirá a un número adicional que se vaya para el verano».
Otra fuente del Departamento precisó que esa cifra adicional será de 46 diplomáticos, lo que iguala exactamente el número de diplomáticos rusos que EE UU sacará de su territorio para el 1 de julio. La decisión rusa se produjo un día después del anuncio oficial estadounidense de que expulsará a 4 diplomáticos rusos por su presunta relación con el supuesto espía Richard Hanssen. Además, Washington pidió la salida para antes del 1 de julio de otros 46 rusos con acreditación diplomática, que supuestamente trabajan para los servicios de espionaje de Moscú.
El presidente estadounidense, George W. Bush, considera que el anuncio ruso cierra definitivamente la disputa y espera continuar sin problemas las relaciones con Rusia, dijo ayer el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer. «Ellos pueden decidir los que les parezca necesario, pero nosotros tomamos la decisión adecuada», dijo ayer Bush durante un breve viaje por Portland (Maine), en el que insistió en que EE UU «será firme y consistente» en su política exterior.
El secretario de Estado, Colin Powell, intentó ayer rebajar la tensión existente entre los dos países y señaló que no hay crisis en las relaciones bilaterales, a pesar de lo llamativo del caso de espionaje y la expulsión de diplomáticos.