El Gobierno macedonio espera apoyo del jefe de Política Exterior y Seguridad de la UE, Javier Solana, en su lucha contra los separatistas albaneses de zonas limítrofes con Albania y Kosovo. Según Bruselas, Solana pedirá en Skopje a los líderes políticos albaneses que, a cambio de negociaciones, se distancien de los extremistas que desde hace un mes operan en Macedonia, considerado el país más vulnerable de los Balcanes.
Los extremistas exigen como mínimo convertir en federación la Antigua República Yugoslava de Macedonia, en la que más de dos tercios de la población es eslava, cristiana ortodoxa, y el resto en su mayoría albaneses, casi todos musulmanes. Los albaneses tienen una excelente representación en el Parlamento, y en el Gobierno, pero desean enseñanza propia y autonomía territorial.
Con Solana, regresa a Skopje el ministro macedonio de Exteriores, Srdjan Kerim, que obtuvo ayer en Bruselas promesas de ayuda de la UE y la OTAN para una solución a la crisis, que, se teme, podría desestabilizar toda la región de los Balcanes. Algunos analistas creen que Solana iniciará en Skopje gestiones para un alto el fuego entre guerrilleros y fuerzas gubernamentales. El secretario general de la OTAN, George Robertson, ha prometido el despliegue de tropas adicionales en la frontera de Kosovo con la ARYM, para impedir el paso y el abastecimiento de los guerrilleros, que ya han organizado levas en la propia Macedonia.
El Ejército de la ARYM ha empezado a enviar refuerzos a la zona noroccidental de Tetovo, donde desde hace seis días se libran los peores enfrentamientos entre la guerrilla albanesa y las fuerzas macedonias. Los combates se han acercado a la ciudad de Tetovo, donde está en vigor desde el domingo un toque de queda nocturno, y se sospecha que ya hay albaneses armados dentro de esa ciudad, la segunda mayor del país.