Los franceses analizan ayer los resultados de las elecciones municipales, en las que, en general, tanto la derecha como la izquierda han salido perdiendo en estas elecciones municipales, tal y como reconocía ayer todo el espectro político en Francia y hasta el propio presidente y el primer ministro, Jacques Chirac y Lionel Jospin, respectivamente. Mientras la derecha ha perdido uno de sus principales bastiones históricos, París, los Verdes se han configurado como una fuerza emergente en el espectro de la izquierda, situándose por delante de los comunistas, que han sufrido un fuerte descalabro.
Derecha e izquierda, víctimas ambas de una difícil cohabitación, que les ha dado no pocos problemas en los cuatro años que llevan de extraño maridaje. Un presidente del derechista RPR y un primer ministro del Partido Socialista no podían más que confundir al electorado. Chirac tiene en su haber que su partido se ha hecho con 40 alcaldías, y el mantenimiento de Toulouse y la recuperación de Estrasburgo. Pero no puede olvidar que ha perdido nada menos que París, donde fue alcalde 18 anos, y en manos de la derecha un siglo.
La izquierda, satisfecha con el triunfo histórico sobre París y la victoria en Lyon, tampoco puede olvidar que ha perdido votos en todo el conjunto del país. Y hay que tener en cuenta que en París la derecha ha sido la mas votada, pero la división en dos candidaturas y el reparto de concejalías le ha dado la victoria a los socialistas de Bertrand Delanoe, más que sus propios méritos.
Esta advertencia de los votantes de izquierda, que han favorecido a los Verdes, no deja de poner la alarma sobre los socialistas que aspiran a la Presidencia en 2002. Delanoe, por su parte, reconoció ayer públicamente su condición de homosexual.