La milicia ultraortodoxa islámica afgana Talibán completó la destrucción total de los dos colosos de Buda esculpidos en roca entre los siglos III y IV en la provincia central de Bamiyán. El ministro de Asuntos Exteriores de los Talibán, Wakil Ahmed Muttawakel informó ayer al secretario general de la ONU, Kofi Annan, en la capital paquistaní, de que el derribo de las dos estatuas de 55 y 36'5 metros de altura esta prácticamente concluido.
«Quizá no quede mucho», dijo el jefe de la diplomacia de los Talibán durante una reunión en Islamabad con Annan, quien inició el sábado una gira por cuatro países de Asia meridional. Otras fuentes independientes confirmaron que los colosos, ejemplares únicos del fundador de la fe budista en posición de pie, han sido reducidos a escombros y que fueron dinamitados el jueves y el viernes, una vez transcurrida la fiesta islámica del Aid al Adh.
En una conferencia de prensa tras su entrevista con el jefe de la ONU, el ministro de Exteriores de los Talibán subrayó que su Gobierno reconoce que las reliquias eran de importancia cultural, pero «su presencia en el Emirato Islámico (de Afganistán) va contra los principios del islam», añadió. Muttawakel descartó que el derribo de las figuras preislámicas fuera en represalia por las sanciones impuestas por la ONU para forzar a los Talibán a la entrega del multimillonario saudí Osama Bin Laden. Bin Laden está acusado por Estados Unidos de ser el cerebro de los atentados en 1999 contra sus embajadas en Kenia y Tanzania que causaron 224 muertos.