La orden judicial para que Napster impida, a partir de mañana, el intercambio de canciones sujetas a derechos de propiedad intelectual pareció contentar ayer a la industria discográfica, aunque quizá, el ganador a largo plazo podría ser Napster. La jueza federal Marilyn Hall Patel, del noveno distrito en San Francisco, indicó que el plazo entrará en vigor desde el momento en que las empresas grabadoras entreguen las listas de piezas musicales que quieren que sean excluidas del servicio de intercambio gratuito de grabaciones.
La Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos (RIAA por su sigla en inglés), indicó en un comunicado su satisfacción porque «el tribunal del distrito actuó tan rápidamente al emitir este interdicto exigiendo a Napster que retire de su sistema obras que se copian ilegalmente». Pero la orden de la jueza sigue, casi textualmente, lo que los abogados de la compañía de Internet habían solicitado ante la jueza el pasado viernes.
Lo más gratificante para los cerca de 60 millones de personas que utilizan el servicio de Napster es que el último veredicto de la jueza Hall deja muchas puertas abiertas para que continúe sin mayores problemas el intercambio gratuito en Internet de canciones en formato MP3. En las últimas horas, Napster ha puesto en marcha un programa que identifica títulos de canciones y autores en los archivos que se distribuyen mediante sus servidores.