Las violencias interétnicas de la parte indonesia de la isla de Borneo llegaron ayer a la capital provincial, Palangkaraya, donde miembros de las tribus dayak (conocidos como los 'cortadores de cabezas') incendiaron varias viviendas abandonadas por los inmigrantes, a pesar del fuerte dispositivo policial desplegado por las autoridades indonesias. Fuertemente armados, los indígenas de la etnia dayak han tomado las calles e incendiado las viviendas de los inmigrantes llegados de otras islas de Indonesia.
El responsable de las Fuerzas Armadas indonesias y los ministros de Seguridad y Sanidad se desplazaron durante el día a la provincia de Kalimantán, donde los enfrentamientos han dejado ya un saldo de más de 270 personas muertas, para evaluar la situación. «Enviaremos más tropas a la zona esperando que la situación esté controlada en los próximos tres días», declararon fuentes del Ministerio de Seguridad. El ministro de Seguridad, Bambang Susilo Yudhyono, se declaró conmocionado por lo que ha visto y expresó su confianza en que la situación se controle lo antes posible.
Por su parte, el presidente indonesio, Abdurramán Wahid, subrayó ayer en El Cairo, donde se encuentra de visita oficial, la necesidad de enviar «fuerzas especiales» a la isla de Borneo para contener la ola de violencia. Se calcula que al menos 10.000 refugiados han conseguido abandonar Borneo en barco y los que continúan en la isla, unas 15.000 personas, están en extremo peligro.