Cazas británicos y estadounidenses atacaron la noche del viernes al menos seis instalaciones de la defensa iraquí al sur de Bagdad y algunos puntos al norte del paralelo 33, que marca el límite de la 'zona de exclusión aérea' en el sur del país. Hoon insistió en que esa operación estaba encaminada a detener la creciente actividad de la fuerza de Defensa aérea de Irak contra los aviones militares británicos y estadounidenses sobre las 'zonas de exclusión aérea'.
La operación «tenía como objetivo específico frenar el incremento de amenazas contra las vidas de nuestros pilotos en las zonas de exclusión, unas áreas que rondan por motivos humanitarios», explicó el responsable de Defensa. El primer ministro británico, Tony Blair, aseguró por su parte que dará «todos los pasos necesarios» para evitar que el presidente iraquí, Sadam Husein, cause más «estragos, sufrimiento y muertes» en la región del golfo Pérsico.
El gobernante alegó que los bombardeos lanzados por aviones estadounidenses y británicos sobre Bagdad "que causaron al menos dos muertos y veinte heridos, según el recuento oficial iraquí" fueron en defensa propia. Blair insistió en que se repetirán los ataques contra Bagdad si Husein sigue amenazando a los aviones que patrullan desde el decenio pasado las «zonas de exclusión». El presidente de Irak, Sadam Husein, examinó ayer con varios miembros de su Gabinete las medidas a adoptar para repeler nuevos ataques británico-estadounidenses si se repiten en el futuro. La única noticia que trascendió es que Sadam ordenó la creación de 21 nuevas divisiones de voluntarios «para la lucha por la liberación de Palestina», informó la agencia oficial INA.
Husein presidió tras el ataque una reunión de urgencia del Consejo del Comando de la Revolución en la que se acordó que «Irak luchará por tierra, mar y aire contra la criminal agresión estadounidense hasta la victoria final». «La nueva agresión reafirma que Estados Unidos ha estado planeando y actuando junto con Israel para continuar su agresión contra Irak, que ya ha durado diez años». La prensa oficial iraquí reaccionó de forma desafiante y advirtió de que el ataque será vengado, al tiempo que califica a Bush como «hijo de la serpiente».