Francia, Italia, Dinamarca, Grecia, Austria y Luxemburgo seguirán bloqueando la autorización de nuevos productos transgénicos en la UE, pese a la aprobación de la nueva directiva que refuerza los requisitos de control exigidos a los fabricantes. El Parlamento Europeo (PE) aprobó hoy la nueva legislación que endurece las condiciones que deben respetar los fabricantes para que sea autorizada la comercialización de sus organismos genéticamente modificados (OGM). El pleno dio luz verde al proyecto por 338 votos a favor, 52 en contra y 85 abstenciones.
Hoy terminará el plazo para la adopción de esa directiva por el Consejo de Ministros de la UE. Aunque los seis países no se oponen a la nueva reglamentación, han suscrito una declaración en la que rechazan de hecho la comercialización de nuevos organismos modificados genéticamente hasta la puesta en marcha de disposiciones más «eficaces» para saber qué productos llevan OGM y garantizar que todos ellos así lo indican en una etiqueta.
Por tanto, los seis Estados constituirán dentro del comité de reglamentación que se encarga de la autorización, caso por caso, de los transgénicos, una minoría de bloqueo que impedirá el levantamiento de la moratoria introducida por los Quince en la primavera de 1998. La Comisión intentó, sin éxito, convencer a los Estados miembros para que levantaran esa moratoria (que se aplica tras un acuerdo político sin base legal) una vez que la nueva directiva fuera aprobada formalmente por el PE y el Consejo de Ministros.
Bruselas quiere que el comité de reglamentación empiece a autorizar ya los transgénicos que respeten los requisitos previstos aunque la transposición de la nueva directiva a las legislaciones nacionales tardará 18 meses. La declaración podría suponer la prórroga de la moratoria otros tres años más.