Un tribunal de apelaciones mantiene la desazón de los casi sesenta millones de usuarios de Napster al preservar el interdicto que amenaza la existencia de ese servicio gratuito de intercambio de música por Internet. Pero el dictamen, que crea jurisprudencia, tampoco ordenó que Napster ponga fin de inmediato a su servicio.
En un fallo de 58 páginas, los tres jueces del tribunal federal de apelaciones del noveno distrito en San Francisco (California), indicaron que Napster «no debe facilitar el intercambio de material» sujeto a derechos de autor. El tribunal agregó que la empresa, con sede en Redmond (Washington), es responsable legalmente por la «infracción indirecta» de esos derechos que cometan los usuarios en el intercambio gratuito de las canciones.
Pero el tribunal de apelaciones ordenó a la juez de instancia inferior que había emitido el interdicto original el año pasado que lo modifique de manera tal que Napster no pueda continuar con algunas prácticas. El interdicto había ordenado el cierre de Napster, pero esa orden estaba pendiente a la espera del fallo de ayer, debido a lo que el tribunal de apelaciones describió como «cuestiones sustanciales».
El servicio de intercambio de música por vía cibernética -que durante el fin de semana facilitó a sus usuarios acceder a 250 millones de canciones- fue demandado por algunas de las mayores compañías de discos por piratería de materiales de propiedad intelectual reservada. Napster no compra, vende ni provee directamente material musical alguno, pero permite que los usuarios lo intercambien entre sí sin ningún pago.
El fallo del tribunal sostuvo que Napster debe impedir que los usuarios tengan acceso al material con derechos de propiedad intelectual por medio de las listas de canciones archivadas en sus listas por los usuarios del servicio. El tribunal de apelaciones indicó que Napster «estimula y asiste, a sabiendas, a sus usuarios a que infrinjan los derechos de propiedad intelectual de las compañías grabadoras». Pero los magistrados tampoco ordenaron que cese de inmediato el intercambio de música con derechos reservados, como lo había hecho el tribunal federal en julio.