Irán celebra hoy el vigésimo segundo aniversario de la revolución que implantó la República Islámica en el país, en medio de la crispación política por el conflicto entre los conservadores y los reformistas del régimen. Ayer mismo, una manifestación en Teherán contra el régimen fue disuelta por la Policía en el norte de la ciudad, y al menos diez personas resultaron heridas y un centenar fueron detenidas por los agentes, que fueron apoyados por miembros de las Milicias Populares Islámicas.
Convocadas por grupos opositores en el exilio, entre dos y tres mil personas, según informaron vecinos y comerciantes de la zona, se concentraron ayer junto al parque Melat, el más concurrido de Teherán, para protestar contra el régimen islámico. Antes de que la concentración fuera disuelta, los manifestantes corearon consignas en contra del sistema islámico, en favor de la democracia, en defensa de la libertad de expresión y por la liberación de los periodistas encarcelados en los últimos meses en el país.