El paramilitarismo se ha convertido en el centro de la larga e histórica entrevista que mantenían ayer el presidente colombiano, Andrés Pastrana, y el jefe máximo de la guerrilla de las FARC, «Manuel Marulanda». Según comentarios escuchados a varios comandantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la sede de la reunión, en la zona neutral del sur del país, la actuación del Estado contra los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) es el escollo principal del diálogo.
De hecho, fue esa cuestión la que llevó a la principal guerrilla de Colombia el pasado 14 de noviembre a «congelar» las negociaciones que celebraba con el Gobierno desde 1999. Pastrana y «Manuel Marulanda», también conocido como «Tirofijo» y cuyo nombre es Pedro Antonio Marín, se reunieron a solas en una sala habilitada en el complejo que las FARC tienen en Los Pozos, aldea de San Vicente del Caguán, el mayor de los cinco municipios desmilitarizados desde finales de 1998 para facilitar las negociaciones.
Tras una pausa para el almuerzo, ambos continuaron a solas la reunión y nadie, ni entre los guerrilleros ni en el escaso entorno que acompaña al presidente, se atrevió a predecir cuándo terminarán. «Marulanda» solicitó primero una reunión con Pastrana, quien el 31 de enero, día en que finalizaba la vigencia de la zona de despeje de más de 42.000 kilómetros cuadrados bajo control de la guerrilla, instó al jefe de las FARC a entrevistarse con él en un plazo de cuatro días.
«Tirofijo» respondió que se reuniesen ayer, como así hicieron, para tratar, además del proceso de paz en sí mismo, de los paramilitares, del Plan Colombia -que las FARC entienden como básicamente militar y con ayuda estadounidense- y de cuestiones humanitarias para intercambiar soldados y policías capturados por guerrilleros presos, todos ellos enfermos.