México ha sentado un precedente histórico contra los crímenes de lesa humanidad al conceder ayer la extradición a España del ex militar argentino Ricardo Miguel Cavallo por los delitos de genocidio, tortura y terrorismo. Cavallo, ex capitán de corbeta que se identificaba en los tiempos de la dictadura militar argentina como Miguel Àngel Cavallo y con los alias de «Serpico» y «Marcelo», fue uno de los responsables de las operaciones en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) de Buenos Aires, donde se concentró principalmente la represión contra la oposición al régimen.
La Cancillería mexicana informó en un escueto comunicado que había concedido la extradición solicitada por el Gobierno español, de acuerdo con las leyes mexicanas, la Ley de Extradición Internacional y el tratado vigente entre México y España. La defensa de Cavallo anunció que interpondrá un recurso de amparo ante un juez federal y después, si es rechazada, ante la Suprema Corte de Justicia, lo que podría retrasar varios meses la salida del argentino.
Los abogados tienen un plazo de quince días hábiles para interponer ese amparo e intentarán prolongar en lo posible el proceso para evitar la extradición y lograr que prevalezca su argumento de que las autoridades españolas no están facultadas para juzgar casos ya tratados en Argentina.
El abogado del ex militar argentino, Benjamín Orozco, declaró que su cliente conoció la decisión mexicana en la prisión con «mucha serenidad», aunque se encuentra consternado «porque a nadie le gusta recibir una noticia así». Orozco enfatizó que «jurídicamente se debería haber negado la extradición», pero pesó la presión de la opinión pública y ni la Cancillería ni el juez que recibió el caso en primera instancia pudieron soportarla.