El Fondo Monetario Internacional (FMI) arrojó ayer un jarro de agua fría sobre las expectativas de la economía mundial al anunciar una fuerte reducción de sus previsiones de crecimiento para 2001, a causa de la disminución, mucho más importante de lo previsto, de la actividad económica en Estados Unidos. Mientras los participantes en el Foro Económico Mundial hacían también en la estación de esquí de Davos una defensa del sistema comercial multilateral frente a la tendencia actual a suscribir acuerdos comerciales regionales, la policía suiza se empeñaba, no ya sólo en evitar incidentes violentos, sino en erradicar cualquier tipo de manifestación, aunque fuese pacífica, con un gran despliegue y cortando los accesos a la localidad.
«Está claro que el crecimiento económico mundial se ha frenado. Nuestra estimación se verá reducida de forma significativa, en torno al 3'5 por ciento», declaró el director general adjunto del FMI, Stanley Fischer, durante un debate con otros expertos en el marco del Foro Económico Mundial (FEM). El pasado jueves, el presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Alan Greenspan, ya dio un toque de advertencia. A la vista de los datos que maneja su institución, «tenemos una bajada muy pronunciada (de la actividad económica), y de hecho, estamos probablemente cerca del cero (de crecimiento) en estos momentos», declaró.
El FMI había estimado en el verano de 2000 que el crecimiento económico mundial sería este año del 4'2 por ciento. Pero ya en sus previsiones del mes de septiembre, el Fondo subrayó que éstas podrían ser revisadas a la baja, si los precios del petróleo se mantienen en un nivel elevado. La revisión actual se sitúa más allá de la horquilla mencionada en esa época por el responsable del FMI Michael Mussa, quien había previsto una bajada de entre 0'25 y 0'50 puntos.
Y como la sombra que acompaña cualquier reunión de este tipo en los últimos tiempos, los manifestantes antiglobalización hicieron acto de presencia en Davos. Unas 1.500 personas intentaron llegar ayer al centro de congresos de Davos para participar en una manifestación no autorizada contra el Foro Económico Mundial, pero la Policía y el Ejército suizo se lo impidieron. Los cuerpos armados utilizaron cañones de agua y gases lacrimógenos, que fueron respondidos sólo con bolas de nieve.