Los abogados de la acusación contra Augusto Pinochet denunciaron ayer una maniobra para modificar el informe sobre la salud mental del ex gobernante militar, quien hoy será sometido a interrogatorio por el juez Guzmán. Los abogados que representan a las víctimas de la dictadura aseguraron que el informe ha sido «amañado» para aumentar el grado de demencia del desaforado senador vitalicio y así evitar que Pinochet, de 85 años, sea llevado a juicio.
La denuncia se produce a menos de 24 horas de que el juez Juan Guzman interrogue a Pinochet acerca de los 57 homicidios y 18 secuestros atribuidos a la «Caravana de la Muerte», una misión militar que semanas después del golpe de Estado de 1973 ejecutó sin juicio a decenas de presos políticos. «Esto es de extrema gravedad, porque este informe mental amañado se propone impedir el interrogatorio a Pinochet», aseguró en conferencia de prensa el abogado de la acusación Hugo Gutiérrez.
La denuncia de irregularidades en el informe partió del doctor Luis Fornazzari, el perito de la parte querellante que asistió como testigo a los exámenes médicos practicados al octogenario militar. El neurólogo y psiquiatra Luis Fornazzari, director clínico de la Unidad de Neuropsiquiatría de la Universidad de Toronto (Canadá), devolvió sin firmar el informe que debe determinar si Pinochet está en condiciones de afrontar un eventual juicio.
En una carta enviada ayer a los responsables del Servicio Médico Legal, este doctor denunció que «sin base alguna» y después de existir consenso de todos los peritos acerca de la salud mental de Pinochet, «se cambió a severidad (el grado) de demencia que habíamos catalogado de leve a moderada, y aparece en el documento de severidad moderada». Recalcó que este hecho «tiene connotaciones graves», ya que tanto los peritos forenses como los funcionarios judiciales validaron dos informes distintos en cuatro días.