El misterioso secuestro en Chechenia del jefe de una misión humanitaria internacional obligó a la ONU a suspender sus actividades en la zona de guerra, adonde ayer llegó una misión de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.
El secuestro del estadounidense Kenny Gluck, jefe de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el Cáucaso Norte, del que los militares rusos y los separatistas se acusan mutuamente, dejó sin ayuda humanitaria a decenas de miles de civiles y refugiados chechenes azotados por la guerra.
La ONU, MSF y las organizaciones no gubernamentales fundadas por la Oficina de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea (UE) suspendieron sus acciones en Chechenia en respuesta a la captura de Gluch el pasado martes por un grupo armado en la localidad chechena de Stari Ataguí.
«El secuestro de Gluck es un acto político», sea quien sea su autor "los servicios secretos rusos o la guerrilla chechena", afirmó Serguéi Kovaliov, diputado y ex comisario ruso de los Derechos Humanos.