Ricardo Miguel Cavallo, detenido en Cancún (Caribe mexicano) el 24 de agosto del pasado año, fue identificado por víctimas del régimen militar argentino (1976-1983) como el capitán de corbeta Miguel Angel Cavallo, alias «Serpico» y «Marcelo», uno de los torturadores de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). El fallo del magistrado Jesús Guadalupe Luna consta de 728 páginas, en las que considera probada la identidad de Ricardo Miguel Cavallo y argumenta que los tribunales españoles son competentes para juzgarlo por genocidio y terrorismo, según la Ley Orgánica del Poder Judicial español.
Por el contrario, el delito de tortura prescribió seis años después de su comisión, por lo que no es posible ya juzgar a Cavallo por esta acusación, agrega la resolución judicial. El juez Luna explicó que su decisión se basa en los convenios internacionales de Nuremberg y Viena y los tratados sobre genocidio, tortura y terrorismo firmados en el seno de Naciones Unidas y suscritos por México, Argentina y España.
Las graves lagunas legales existentes en el Tratado de Extradición vigente entre México y España dificultaron de forma considerable el caso, admitió el juez mexicano, que leyó el fallo en presencia de Cavallo en el Reclusorio Norte de la capital mexicana. La decisión del juez sienta jurisprudencia y constituye un precedente histórico que abre la posibilidad de que se juzgue a presuntos genocidas en terceros países.
El fallo no es vinculante y la última palabra sobre la extradición de Cavallo corresponde a la Secretaría (Ministerio) de Relaciones Exteriores de México, aunque el presidente del país, Vicente Fox, anunció en diciembre pasado que no interferirá en la acción de la justicia en este caso. A partir de ahora, el Ministerio de Exteriores dispone de un plazo de 20 días hábiles para pronunciarse sobre la extradición, tras lo cual la defensa de Cavallo contará con un periodo de 15 días para presentar un recurso de amparo.