«Actualmente no hay pruebas científicas que sugieran un vínculo», declaró George Robertson en rueda de prensa tras la reunión del Consejo del Atlántico Norte, que trató ayer por primera vez la cuestión. «No se ha descubierto ningún vínculo entre los bajos niveles de radiación procedentes del uranio empobrecido y los casos de leucemia», explicó Robertson, que citó las manifestaciones hechas en este sentido por responsables del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El secretario general de la Alianza anunció además la creación de un comité específico para facilitar los intercambios de información entre los países que han aportado tropas a las fuerzas de mantenimiento de la paz en Bosnia (SFOR) y Kosovo (KFOR), como parte de un plan de acción para tranquilizar a las tropas y la opinión pública.
Este plan de acción consta de seis puntos, uno de los cuales es la formación de este grupo 'ad hoc'. A petición de Italia, la OTAN recolectará toda la información posible sobre las regiones donde se utilizaron municiones con uranio empobrecido, especialmente en Bosnia. En segundo lugar, el Consejo se comprometió a dar al PNUMA facilidades para investigar las regiones posiblemente afectadas, tanto en Kosovo como en Bosnia-Herzegovina. El tercer punto será el intercambio de información entre todos los países que han aportado fuerzas de mantenimiento de la paz en la región.
Los últimos puntos de este plan son la reunión del Comité de Jefes de Servicios Médicos Militares (COMEDS) y, en su caso, promover la limpieza de las zonas contaminadas aunque, según fuentes aliadas, es probable que esta tarea no corresponda a la OTAN, que es una alianza de carácter militar.
Sin embargo, el propio Robertson admitió que esta iniciativa pretende incrementar el nivel de información y transparencia de la organización, ya que la OTAN no tiene ninguna duda de que la aparición de cáncer y leucemia en soldados que sirvieron en los Balcanes no tiene ninguna relación con los residuos de municiones con uranio empobrecido. «Lo que hay que solucionar es la psicosis», afirmaba ayer una fuente aliada.