Aunque la defensa del ex dictador chileno había anunciado que éste no acudiría a los exámenes, el juez especial Juan Guzmán y los médicos encargados fueron temprano al Hospital Militar para esperar la llegada del desaforado senador vitalicio. La cita de Pinochet con el equipo médico estaba fijada para las 14.00 horas, pero dos horas antes el grupo ya estaba a la espera.
Treinta minutos después de la hora fijada, el juez Guzmán determinó que levantaría el acta correspondiente, para consignar que la diligencia no se llevó a cabo, pero aún esperó una hora más antes de concretar el trámite. A las 15.30 horas el juez abandonó el hospital y señaló que hoy no acudirá al nosocomio.
Mientras en Santiago el juez abandonaba el hospital, en la finca costera de «Los Boldos», donde Pinochet ha estado desde el jueves, se le vio entrar a misa en una capilla existente en el interior del predio. Pinochet, que incurrió en dasacato, fue a la iglesia en camioneta, acompañado por su esposa Lucía Hiriart, y aunque andaba con ayuda de un bastón, tenía un aspecto saludable y correspondió a los saludos de sus amigos.
Los exámenes médicos tienen por objeto determinar si Pinochet está en condiciones mentales y neurológicas para ser juzgado, pues según la ley chilena, si sufre demencia podría librarse de éste y otros juicios, basados en las más de 200 querellas que se han presentado en su contra. Según Gustavo Collao, uno de los defensores de Pinochet, el ex general no pretende desobedecer a la Justicia y acepta los exámenes, pero no en las condiciones fijadas por el juez, que determinó realizar algunas pericias en establecimientos distintos al Hospital Militar y comparar las pruebas de laboratorio con análisis externos.
La no presentación de Pinochet a los exámenes deja al juez en posición de ordenar su detención, tal como lo pidieron los querellantes, y asegurar así el siguiente procedimiento, que es someterlo mañana a interrogatorio. Si Pinochet no comparece ese día, el juez queda facultado para obviar el trámite y podrá procesarlo, tal como ya lo hizo el pasado 1 de diciembre, como autor de 18 secuestros y 57 homicidios en el caso de la «Caravana de la Muerte».