«Ambas partes han aceptado los parámetros (de Clinton), aunque hay ciertas reservas, y vamos a seguir trabajando para reconciliar esas reservas y tratar de reanudar las negociaciones», afirmó el portavoz de la Casa Blanca, Jake Siewert. Tras dos reuniones el martes por la noche, en las que Arafat manifestó un apoyo muy cauteloso a las ideas del presidente de EE UU, ambos dirigentes hablaron ayer por teléfono quince minutos, antes de que el líder palestino partiese a El Cairo.
En esa conversación, el dirigente palestino manifestó a Clinton la aceptación con reservas de los parámetros que marcó éste el pasado 23 de diciembre. Además, Arafat manifestó su disposición a una ronda de doce días de intensas negociaciones con Israel, si se aceptaban sus reservas sobre las propuestas estadounidenses.
Clinton, quien trata de cerrar un acuerdo antes de su salida de la Casa Blanca este mes, propone como parámetros para ulteriores negociaciones la soberanía palestina sobre la Explanada de las Mezquitas, pero cuyo subsuelo, donde los judíos creen que están las ruinas del Templo de Salomón, quedaría bajo soberanía israelí, igual que el Muro de las Lamentaciones. También se prevé la creación de un Estado palestino independiente que regiría aproximadamente sobre el 95 por ciento de Cisjordania y Gaza, así como ciertos puntos de Jerusalén Este.
Otro punto es que los casi cuatro millones de refugiados palestinos huidos tras la creación del Estado de Israel en 1948 no podrían volver a ese país, salvo en algunos casos de reunificación familiar, por lo que recibirían compensaciones económicas para asentarse definitivamente en los países de acogida. Hasta ahora, Israel ha mostrado en público sus reservas sobre la cuestión de la soberanía palestina en la Explanada de las Mezquitas, mientras que los palestinos objetan la imposibilidad de que vuelvan los refugiados.