El depuesto presidente de Perú, Alberto Fujimori, escribió ayer en la prensa japonesa que es objeto de «la Inquisición» y que la legislación del gobierno transitorio no garantiza a los ciudadanos protección judicial y política. En la primera de cuatro entregas que el ex mandatario escribe en el diario Yomiuri, Fujimori asegura que es capaz de «dormir sin dificultades» cada noche por no tener nada que ocultar.
Fujimori, que vive en Tokio desde que renunció al cargo de la presidencia del Estado a finales de noviembre, califica de «correcta» su decisión de hacerlo desde Japón e indica que no tiene intenciones de regresar inmediatamente a Perú debido a la «persecución política» de que es objeto, pero que desde aquí prepara su regreso político. Fujimori afirma que la situación política de Perú que le llevó a tomar su decisión «era explosiva».
Bajo esas circunstancias era evidente que su dimisión como líder de Perú ayudaría a reducir el enfrentamiento entre el pueblo, que «estaba polarizado en tensas confrontaciones».