El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Miguel Arias Cañete, cifró ayer en 7.500 millones de pesetas el coste de las medidas adoptadas en el Consejo de Ministros de la UE para hacer frente a la crisis de las vacas locas, acciones que deberán poner en marcha el Gobierno central, las Comunidades Autónomas y los sectores productores afectados.
Según explicó el ministro, el Gobierno facilitará a las regiones el 50 por ciento de los equipos y materiales necesarios para la actividad de laboratorios y la totalidad del instrumental analítico que se emplea en los test de detección de la enfermedad de las vacas locas, con una inversión global de 3.500 millones de pesetas. Agregó que se invertirán otros 4.000 millones de pesetas en la retirada de los materiales específicos de riesgo, especialmente en la cadena de mataderos.
El Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) aprobó la prohibición de las harinas cárnicas durante seis meses y la retirada de los bovinos mayores de 30 meses que no hayan superado los test de las vacas locas, cuya fecha de entrada en vigor se decidirá el próximo martes, junto con el precio de compra a los ganaderos de las reses que serán destruidas. Los fabricantes estiman que el precio medio de los piensos subirá un 8'5%.