El Tribunal Supremo de Estados Unidos dio ayer una victoria al candidato presidencial republicano George W. Bush al revocar la decisión del Supremo de Florida que permitió extender los recuentos manuales en ese estado. Sin embargo, la decisión de la máxima instancia judicial de EE UU, aprobada por unanimidad, devuelve el caso al Tribunal Supremo de Florida para que continúe el debate sobre la certificación oficial de quién ganó en dicho estado los comicios presidenciales estadounidenses del pasado 7 de noviembre.
Por un lado, esa decisión vuelve a ampliar la ventaja de Bush sobre el candidato demócrata Albert Gore de 537 a 930 votos en Florida, el margen que tenía antes de los recuentos manuales en el condado de Broward. Pero al mismo tiempo mantiene que este asunto debe resolverse en el Supremo floridano, que tiene jurisdicción principal sobre los asuntos electorales del estado. Entre otras cosas, el Tribunal Supremo de EE UU pide al de Florida que explique con claridad los fundamentos en que se basó para prolongar doce días, del 14 al 26 de noviembre, el plazo para la certificación oficial del resultado de las elecciones.
Esa ampliación, que fue objetada por la secretaria de Estado de Florida, permitió incluir el resultado de los recuentos manuales en el condado de Broward y que Gore redujera la ventaja de Bush de 930 a 537 votos. «Tras revisar la opinión del Tribunal Supremo de Florida, encontramos que hay una incertidumbre considerable sobre los fundamentos en que se basaron para tomar su determinación», indicaron los nueve jueces del máximo foro judicial estadounidense.
Los abogados de Bush habían impugnado la decisión del Supremo de Florida por entender que los jueces estatales se excedieron en sus atribuciones al «reescribir» la ley electoral del estado, es decir, al poner un nuevo plazo para la certificación de las elecciones.