Un activo Tribunal Supremo de Estados Unidos se planteó ayer, durante una sesión sin precedentes, si debe pronunciarse en la controversia judicial sobre las elecciones presidenciales del mes pasado o dejarla en manos del estado de Florida.
Durante una audiencia de hora y media, los jueces del máximo tribunal de este país centraron su intenso interrogatorio en las dudas que existen de si tienen ante su consideración «una cuestión federal» o deben dejarla en los tribunales estatales.
Ante el impredecible Tribunal Supremo de EE UU, los abogados del candidato presidencial republicano, George W. Bush, plantearon un recurso para que declare inconstitucional la decisión del Supremo de Florida que validó los recuentos y extendió la fecha para la certificación de los resultados en ese estado.