El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yaser Arafat, desmintió ayer las informaciones sobre posibles preparativos para celebrar una cumbre en Jordania o Egipto con Barak. Mientras tanto, la ola de violencia se cobró en la jornada de ayer, jueves, tres nuevas víctimas, entre ellos dos menores de edad.
Las conversaciones de paz en Oriente Medio, interrumpidas al estallar la «intifada de Al Akqa» hace poco más de dos meses, podrían quedar bloqueadas durante un largo período de tiempo debido al proceso electoral que comenzó el martes pasado en Israel. El Gobierno del primer ministro israelí, Ehud Barak, fue «derrocado» por la derecha nacionalista, tras la aprobación de un proyecto de ley para disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas.
Sin embargo, el jefe del Gobierno israelí expresó ayer su voluntad de negociar un acuerdo «gradual» con la ANP antes de los comicios, que podrían celebrarse de 3 a 5 meses, antes de las elecciones hebreas. Barak dijo en un acto público que estaría dispuesto, en el marco de dicho acuerdo, a reconocer un Estado palestino y traspasar otro 10 por ciento de la superficie de Cisjordania y Gaza, para que éste tenga continuidad territorial.
Nabil Abu Rudaina, asesor de Yaser Arafat, rechazó la oferta de Barak, de negociar un acuerdo «gradual» y dejar para el futuro los asuntos más espinosos que dividen a israelíes y palestinos. «Los palestinos rechazan un acuerdo parcial o gradual que no resuelva todos los problemas entre ambas partes», afirmó el asesor presidencial palestino en declaraciones a la prensa local.