El primer ministro israelí, Ehud Barak, afirmó ayer que se debe «reaccionar con fuerza e inteligencia» en la frontera libanesa, tras el atentado perpetrado ayer por el grupo chií de Hezbolá en la zona de las granjas de Chebaa que causó la muerte de un soldado israelí y heridas a otros dos. «La situación es muy sensible en la frontera norte, en todo momento puede empeorar, es por ello que se debe reaccionar con fuerza e inteligencia y no dejarse arrastrar en aventuras», afirmó Barak.
Fuentes libanesas indicaron que Israel atacó con helicópteros y disparó dos misiles ayer en represalia a la explosión de una bomba al paso de una patrulla israelí en la zona de las granjas de Chebaa, sector limítrofe de Siria, Líbano e Israel. El sector de las granjas de Chebaa, ocupado por el Ejército israelí, es reclamado por Líbano. La milicia de Hezbolá declaró que continuará sus ataques anti-israelíes en tanto Israel ocupe esta zona.
El grupo chií libanés de Hezbolá reivindicó el ataque en un comunicado en el que declaraba que «el grupo de los mártires de Al-Aqsa de la resistencia islámica (brazo armado del Hezbolá) hizo estallar una carga a las 6:50 hora local (4:50 hora española) al paso de una patrulla sionista, cerca de la hacienda de Ramta en el sector de Chebaa».
Una vez confirmada la muerte del soldado en el ataque de Hezbolá, Israel presentó ayer una demanda ante el Consejo de Seguridad de la ONU contra el Gobierno libanés. «Presentamos una demanda ante el Consejo de Seguridad contra el Gobierno libanés por las actividades del Hezbolá contra nuestras fuerzas en la región de Chebaa», afirmó en rueda de prensa el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Shlomo Ben Amí. «Esperamos que la comunidad internacional apoye nuestra condena del Gobierno libanés», agregó Ben Amí.