«Todas las intervenciones pronunciadas hoy (ayer) tenían la misma inspiración, partían de los mismos valores y demostraron que pertenecemos a la misma familia», dijo el presidente francés y de turno de la Unión Europea (UE), Jacques Chirac, al término de la Cumbre de Zagreb. La reunión de los 15 países de la UE y a seis de los Balcanes ha servido, según Chirac, para trazar el camino que deben seguir estos países hacia su integración en la Unión, en pro de la paz, el bienestar y un futuro común.
En rueda de prensa conjunta, el otro copresidente de la cumbre, el croata Stjepan Mesic, destacó que «la Europa unida eliminará para siempre la guerra, asegurará un desarrollo democrático y un adecuado nivel de vida a sus habitantes. Hoy (ayer) hemos marcado un viraje». También en tono exultante, el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, destacó que «hoy (ayer) hemos tratado a los países de la región como futuros candidatos», y ofreció como primer paso extender al resto de los Balcanes los acuerdos de estabilización y asociación que la UE ha concluido con Macedonia e iniciado con Croacia.
La cumbre de Zagreb enunció las líneas maestras de un pacto entre la UE y las cinco repúblicas surgidas de la ex Yugoslavia, más Albania, para «europeizar» y «pacificar» definitivamente la región. Según fuentes comunitarias, existen reticencias en algunos Estados de los Balcanes a emprender el «difícil» paso de la reconciliación e integración.
Belgrado no tiene relaciones diplomáticas con Bosnia y Eslovenia. Croacia y Yugoslavia siguen enfrentadas por la herencia del viejo estado comunista. Sin embargo, los Quince dejaron muy claro que «no pueden pedir asistencia masiva sin asumir compromisos, aunque arduos, entre ellos mismos», dijeron las mismas fuentes.