El equipo de campaña del candidato demócrata Albert Gore se negó hoy a admitir el triunfo del republicano George W. Bush en las elecciones presidenciales celebradas ayer, martes, en Estados Unidos. Bill Daley, jefe de la campaña electoral del vicepresidente, anunció que debido al estrecho margen que arroja el escrutinio en el Estado de Florida «no podemos estar seguros de los resultados. La lucha continúa».
Daley señaló que tras haber sido escrutado un 99'9 por ciento de los más de cinco millones de votos depositados en Florida, la diferencia favorable a Bush es de poco más de 1.200 sufragios. «Ante tan estrecho resultado y en virtud de la ley electoral de Florida, el recuento de los votos se hace necesario», manifestó Daley ante miles de partidarios de Gore, reunidos frente al cuartel general de su campaña en Nashville, en su Estado de origen, Tennessee. El anuncio del recuento ya es oficial.
Con los 25 votos electorales que otorga Florida, el resultado daba la victoria Bush que hasta ese momento había conseguido 246 frente a los 249 obtenido por Gore. Para ganar la elección un candidato debe reunir 270 votos del Colegio Electoral. El resultado «es demasiado estrecho como para anunciar un triunfador» de las elecciones, opinó Daley.
Según los últimos recuentos, Al Gore lidera en el cómputo general de votos con 47.368.827 de votos frente a los 47.266.032 de Bush, con el 97 por ciento de los votos escrutados. Gore tiene 249 compromisarios y Bush 246, de los 270 que necesitan para ganar, con lo que el resultado en Florida, que cuenta con con 25 compromisarios, decidirá el próximo presidente de EE.UU.
Las autoridades electorales del Estado manifestaron que escrutado casi el 100 por ciento de los votos, Bush había conseguido 2.904.198 votos por los 2.902.988 que sumaba Al Gore. Además del nuevo recuento de votos, el resultado de Florida puede verse alterado cuando se reciban dentro del plazo de los próximos 10 días unos 2.300 sufragios más emitidos por correo.
Cuando comenzaron a anunciarse los resultados de las elecciones Estado por Estado, las cadenas de televisión atribuyeron el triunfo a Gore, pero luego se retractaron y reconocieron que el escrutinio voto a voto arrojaba un saldo demasiado equilibrado como para deducir quien era el ganador seguro. Cuatro horas después del cierre de los últimos colegios electorales, las cadenas nacionales de televisión anunciaron que el ganador había sido George Bush por un estrecho margen. «Parece que ese anuncio también resultó prematuro», dijo Daley ante los partidarios de Al Gore, y la posibilidad de que se proceda a un nuevo recuento de votos hizo renacer las esperanzas entre los seguidores del vicepresidente.
El portavoz de su campaña, Douglas Hattaway, confirmó a los periodistas que, en caso de que la diferencia sea de apenas medio punto, habrá un recuento automático de votos. Previamente, Daley había anunciado que Gore se había vuelto atrás de la felicitación que transmitió previamente al gobernador Bush y dijo: «Nunca hemos vivido una noche como ésta». Preguntado por lo insólito de la situación, nunca vivida en la política estadounidense, Hattaway sólo indicó, sonriendo, que la elección «es muy reñida».
Según este portavoz, el vicepresidente de EEUU se enteró de la escasa diferencia de votos en Florida cuando se dirigía en su coche al War Memorial Plaza para aceptar la derrota electoral y después de que poco antes hubiese telefoneado a Bush para felicitarle.