La Comisión Europea anunció ayer que ha interpuesto en Nueva York una demanda civil contra las tabacaleras estadounidenses Philip Morris y RJ Reynolds por «su implicación en el contrabando de tabaco en la UE», y con el objetivo de recaudar el dinero que han defraudado en concepto de IVA e impuestos indirectos.
El Ejecutivo comunitario «busca ante todo una compensación económica por las pérdidas financieras sufridas en los últimos años y un dictamen del juez que detenga el contrabando», indicó el portavoz de la comisaria de Presupuesto y encargada de la Oficina Europea contra el Fraude (OLAF), Michaele Schreyer. Esta acción civil, que fue presentada el pasado viernes por la tarde ante el Tribunal de Distrito Este de Nueva York, se basa en la violación por parte de ambas empresas de la ley estadounidense.
Según los cálculos de la Comisión, cada contenedor de tabaco que no cumple con los impuestos de aduana e IVA evade aproximadamente un millón de euros (más de 166 millones de pesetas), y la investigación ha revelado que varios millones entran cada año sin pagar los impuestos necesarios. Fuentes cercanas a la investigación calculan la pérdida en 5.000 millones de euros al año (unos 830.000 millones de pesetas).
Las formas en los que los cargamentos de tabaco americano llegan a Europa no han sido notificadas por el momento, aunque las vías marítima y terrestre son las más usadas en este tipo de actos.