Tres de los palestinos (de entre 15 y 17 años) fueron alcanzados por balas israelíes en la franja de Gaza y los otros dos -de 23 y 27 años, este último oficial de la Policía autónoma- junto a la aldea de Al-Jáder, próxima a la ciudad cisjordana de Belén. En los graves enfrentamientos registrados ayer en numerosos puntos de Cisjordania y de Gaza resultaron heridos casi cien manifestantes palestinos.
Los choques fueron particularmente graves en el paso fronterizo de Karni, en la franja de Gaza, por la mañana, y en la aldea cisjordana de Al-Jáder, por la tarde, donde hubo verdaderas batallas campales que duraron más de cuatro horas. Además, grupos de palestinos dispararon contra el asentamiento judío de Guiló, en Jerusalén oriental y vecino a Belén, desde donde los soldados israelíes respondieron con armas automáticas y bombas, lo que desencadenó un combate que duró varias horas. Por otra parte, dos soldados israelíes murieron y cuatro resultaron heridos durante enfrentamientos en el poblado palestino de Al Jader, cerca de Belén (Cisjordania), indicó la televisión por satélite de Abú Dhabi.
Dos premios Nobel de la Paz centraban ayer las escasas posibilidades para lograr frenar la violencia. El líder palestino Yaser Arafat y el ministro israelí de Cooperación Regional, Simón Peres, mantuvieron anoche una reunión crucial en Gaza de la que nada trascendió. La entrevista, que comenzó a las 21.00 horas, es la de más alto nivel que se celebra desde que el pasado 28 de septiembre empezase la sublevación palestina, la llamada «intifada de Al-Aqsa», en Cisjordania y Gaza, en el curso de la cual han muerto al menos 160 palestinos y 12 israelíes.
El primer ministro israelí, Ehud Barak, declaró que él y su Gobierno «consideran muy graves los incidentes de ayer. «El Gobierno israelí no tiene intenciones de claudicar ante la violencia de los palestinos, que tendrán que saber que no conseguirán nada por esos medios», dijo Barak en un mensaje a la nación.