El Senado de EE UU aprobó el proyecto que autoriza, tras cuatro décadas de embargo, la venta de alimentos y medicinas a Cuba, pero está en duda su efectividad, debido a que limita las transacciones al uso de dinero en efectivo. La legislación, incluida en el proyecto de asignaciones agrícolas para el año fiscal 2001, fue aprobada con 86 votos a favor y ocho en contra, después de varios meses de debate y controversias internas en el Congreso.
El proyecto, que ha provocado críticas en Estados Unidos y Cuba, fue ratificado la semana pasada por la Cámara de Representantes, por lo que ahora pasa a la firma del presidente Bill Clinton, quién ha indicado que lo convertirá en ley. Por iniciativa de los congresistas de origen cubano, el proyecto también otorga al Congreso la autoridad sobre la prohibición de los viajes turísticos de estadounidenses a Cuba, que hasta ahora estaba en manos de la Casa Blanca.
El Gobierno de Cuba ha descartado mantener transacciones de «tipo alguno con EEUU» bajo las condiciones impuestas en esta legislación, que autoriza, esta vez sin restricciones, la venta de productos agrícolas a Irán, Libia, Sudán y Corea del Norte. De hecho, el presidente cubano, Fidel Castro, encabezó el miércoles una «marcha patriótica» en La Habana para protestar contra esta medida.