El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, advirtió ayer, martes, del peligro de que se debilite la Unión Europea (UE) si los Quince persisten en continuar la construcción europea por la vía exclusiva de la concertación entre los gobiernos. A diez días de que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE se reúnan en Biarritz (Francia) para abordar la decisiva reforma de las instituciones comunitarias que debe acordarse antes de final de año, Prodi utilizó el hemiciclo del Parlamento Europeo para prevenir de las «consecuencias negativas» que tendrá para la Unión que los Quince opten por ese camino.
Prodi denunció la «preocupante tendencia» de los gobiernos europeos «a creer que la construcción europea podrá continuar con métodos basados en la colaboración directa entre gobiernos». Esa vía, subrayó, será «un gran paso atrás» que conducirá a «amenazar seriamente» éxitos como el mercado único y «hará vanos los esfuerzos para permitir que Europa actúe de manera más eficaz». Sólo servirá para transformar a la UE «en un centro de debate internacional, incapaz de poner en común la soberanías entorno a un interés general» y en «un verdadero gobierno de burócratas» que «escaparía a todo control democrático», opinó.
El presidente del Ejecutivo comunitario realizó una ardiente defensa del «método comunitario» basado en el triángulo formado por las tres instituciones de la UE "el Consejo de ministros, la Comisión y el Parlamento" y reclamó para su institución competencias ahora restringidas a la cooperación intergubernamental.
Prodi personificó sus ataques al «método intergubernamental» en la figura del Alto Representante de la Política Exterior y de Seguridad de la UE (PESC), Javier Solana, y en la creación de «Agencias» sobre diversos temas que escapan al control democrático y «fragmentan» la acción de la Unión Europea.