Al menos doce palestinos murieron y unos 250 resultaron heridos en los violentos enfrentamientos registrados ayer entre el Ejército israelí y los manifestantes palestinos en los Territorios. Altos mandos militares de Israel y de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) acordaban ayer tarde un cese de fuego en todos los territorios de Cisjordania y Gaza, aunque seguían registrándose disturbios.
La cifra más alta de víctimas fue registrada durante un tiroteo entre soldados israelíes y policías palestinos ante la colonia judía de Netzarim, en el norte de la Franja de Gaza. Tres policías palestinos, un conductor de ambulancia y un joven de 12 años perdieron la vida. A lo largo de la jornada, varios adolescentes palestinos murieron en los enfrentamientos. Dos miembros de los servicios de seguridad palestinos y un joven de 24 años que estaba de visita en Naplusa, murieron asimismo por disparos del Ejército israelí durante los enfrentamientos. El balance de estos enfrentamientos supera en víctimas a los registrados el viernes en la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén este, que causaron siete muertos y más de 220 heridos palestinos.
El líder palestino, Yaser Arafat, denunció ayer ante el presidente egipcio, Hosni Mubarak, el uso de la fuerza por parte de los soldados israelíes contra los civiles palestinos en Jerusalén y en otras zonas de Cisjordania. Mientras tanto, el primer ministro israelí, Ehud Barak, aseguraba a Mubarak que el Ejército israelí da pruebas de «contenerse al máximo» en los territorios y que la Autoridad Palestina debe «controlar» a los manifestantes, indicó en Jerusalén un portavoz de la presidencia del Consejo en Jerusalén.
Jordania advirtió contra una «espiral de violencia» causada, según Ammán, por «provocaciones» israelíes. El enviado especial de la UE para Oriente Medio, Miguel Angel Moratinos, prometió mantener «contactos» para calmar la situación.