«Esto no son sólo protestas por el fraude electoral sino también una rebelión histórica contra la mentira y el fraude», proclamó el coordinador de la Oposición Democrática de Serbia (DOS), Zoran Djindjic, ante 20.000 seguidores concentradas en la céntrica Plaza de la República de Belgrado. El otro partido liberal, el Movimiento Serbio de Renovación (SPO) de Vuk Draskovic, que compitió por separado en los comicios y logró mínimos resultados, llamó ayer a sus seguidores a sumarse a las protestas de la DOS.
«No nos contentaremos con el reconocimiento de los resultados electorales sino que insistiremos en que el que lo hizo (el fraude) responda ante la Justicia», añadió Djindjic a los congregados en la emblemática plaza belgradense. Mientras la multitud gritaba «¡ladrones!», instó a los miembros de la Comisión Electoral «a salvarse de la pena de tres años de cárcel» con la que se castiga el fraude.
Djindjic anunció que representantes de la DOS irán al Estado Mayor del Ejército, a los ministerios del Interior y de Justicia, al Tribunal Constitucional y «a todos aquellos órganos estatales cuya obligación es ejecutar la ley y la Constitución». «Nos hemos concentrado "destacó" no sólo para protestar sino para elaborar un plan con el que obligaremos al ladrón a reconocer su robo y eso lo podemos hacer sólo si Serbia se detiene, si echa a Milosevic y Kostunica asume el cargo para el que fue elegido». Instó a los ciudadanos de toda Serbia a concentrarse diariamente en las plazas de sus ciudades y a detener el funcionamiento de escuelas, fábricas, tiendas, empresas y el tráfico. Ayer hubo también mítines opositores y paros laborales en una veintena de ciudades serbias.