Unos cuatro millones de daneses están llamados hoy a las urnas para votar en contra o a favor de la adhesión de Dinamarca a la moneda única europea, tras las fuertes campañas de euroescépticos y europeístas que estrechan el margen de diferencia entre unos y otros, a pesar de que los sondeos muestran que en los últimos días se han incrementado los daneses partidarios de la integración.
Este será el sexto referéndum sobre una cuestión europea desde el referente a la entrada en la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1972. El resultado de hoy tendrá clara influencia en Suecia y Reino Unido, los únicos dos países europeos que no han entrado en la Eurozona, junto con Dinamarca.
Los sondeos de los últimos días indican un acercamiento de los partidarios de la moneda única a los opositores, avance que algunos aseguran incluso que supone una ventaja con respecto a los últimos. El resultado de hoy parece que será muy apretado, según el primer ministro Poul Nyrup Rasmussen. «No estoy seguro de que ganará el 'sí', pero espero y creo que los daneses votarán con el corazón y con la razón, porque el resultado es decisivo para el futuro del país y su situación frente a la familia europea», afirmó. Los daneses, grandes euroescépticos, se encuentran divididos entre los que son favorables a una integración mayor y los que no quieren sacrificar su identidad y su soberanía en favor de la cooperación europea.
La adhesión al euro crea diferencias en la opinión pública, y también en el seno de todos los partidos, a excepción de la extrema-derecha, incluso entre los más europeístas, como los liberales y los conservadores. Los electores se muestran reticentes a los llamamientos a favor de la moneda única que han hecho las fuerzas políticas, a pesar del apoyo de los daneses a su Gobierno.