El presidente de la OPEP, Alí Rodríguez ha advertido que, si la Unión Europea decide recurrir a las reservas estratégicas de crudo para aliviar los precios del cártel «tendrá que tomar medidas dependiendo de su impacto sobre el mercado», lo que podría suponer reducir el nivel de producción o «cerrar el grifo».
Esta advertencia no ha gustado en España donde los propietarios de gasolineras confían en que esta amenaza de la OPEP suponga una «medida estratégica» para contrarrestar la posible puesta en mercado de las reservas estratégicas de Estados Unidos y de la UE. Afirman que ésta es la única forma que tienen los países consumidores de petróleo de «defenderse del cártel que forma la OPEP».
Por otro lado, la Agencia Internacional de la Energía considera innecesario que los 25 países que la integran recurran a sus reservas estratégicas de crudo para incrementar la oferta de los mercados internacionales y bajar los precios. Afirma que el objetivo de los stocks es responder a graves crisis, no condicionar su cotización en los mercados.
Por su parte, EE UU coincide con la OPEP en que el precio del petróleo se sitúe en la banda de 22 y 28 dólares por barril, aseguró ayer el presidente Clinton, quien intentó borrar matices electorales a su decisión de usar la reserva estratégica. Se trata de una «banda razonable», porque tampoco sería justo el precio de hace unos dos años, cuando llegó a rondar los 10 dólares, indicó. Clinton decidió el pasado viernes sacar al mercado una parte de la reserva estratégica de petróleo para intentar reducir el precio del crudo, que la semana pasada llegó a superar los 37 dólares en el mercado de Nueva York. Recordó que las últimas decisiones de la OPEP para aumentar la producción «no se acercaban a ese objetivo, y parecía haber una tendencia bastante alta».