El presidente peruano, Alberto Fujimori, aseguró ayer que en el país no existe ni existirá vacío de poder ya que el Gobierno está dando los pasos necesarios para convocar las elecciones generales lo antes posible, con el fin de que el nuevo presidente y el nuevo Congreso estén instalados el 28 de julio de 2001. Hasta entonces, él mismo seguirá dirigiendo el país.
«Tengo un mandato popular dado por el pueblo, en este período gobernará el Ejecutivo con el presidente a la cabeza, con todo su Gabinete, y el Congreso con todas sus facultades», afirmó Fujimori en rueda de prensa, antes de añadir que «no hay vacío de poder». «El Chino» se vio arropado ayer por cientos de personas reunidas en la Plaza Mayor de Lima, frente al Palacio de Gobierno. Acompañado de su hija Keiko, Fujimori incluso subió a la parte superior de una de las columnas de la puerta principal del complejo presidencial para saludar a los manifestantes.
El presidente de Perú asegura que no dimitió presionado por las Fuerzas Armadas, es más, aseguró que contaba con el respaldo militar para seguir en el poder.
Por su parte, el líder opositor y ex candidato presidencial, Alejandro Toledo, pidió a la comunidad internacional que presione al Gobierno de Alberto Fujimori para resolver «el primer tema» de la crisis política peruana, la situación del ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos.
Toledo afirmó que el presidente peruano, Alberto Fujimori, debería firmar «en las próximas horas» la destitución de su ex asesor. Montesinos se encuentra en el origen del escándalo que provocó el pasado fin de semana el anuncio de nuevas elecciones por parte de Fujimori, después de la difusión pública de un vídeo en el que el asesor presidencial aparecía sobornando al diputado de la oposición Alberto Kouri para que pasase a las filas del «oficialismo».