La decisión, anunciada por Fujimori el sábado por la noche (madrugada de ayer en España), sorprendió a los peruanos, que esperaban una medida drástica en contra de Montesinos, acusado de corrupción mediante un vídeo mostrado el jueves pasado, pero no el anuncio de la virtual finalización del periodo de gobierno iniciado el 28 de julio pasado. En el vídeo, presentado en una rueda de prensa por el partido opositor Frente Independiente Moralizador (FIM), se ve como Montesinos entrega un fajo de billetes a un parlamentario de la oposición, en un acto de presunto soborno político.
En un mensaje a la nación emitido por radio y televisión, Fujimori calificó de «grave» el contenido del vídeo de Montesinos y anunció, además, «la decisión de desactivar el sistema de inteligencia nacional». Pasada la sorpresa inicial por el anuncio, que generó el júbilo de un sector de la población que considera ilegal la tercera elección de Fujimori, la incertidumbre ha cobrado mayor ímpetu al recordarse que la Constitución peruana contempla la renuncia o la vacancia a la jefatura de Estado, pero no el término anticipado de una gestión presidencial.
Esto ha generado las cada vez más insistentes peticiones de la oposición para que Fujimori renuncie formalmente al cargo y, de esa manera, facilite la celebración de elecciones en el menor tiempo posible. De hecho, Fujimori anunció que convocará elecciones generales, en las que no participará, pero no dijo que renunciaba al cargo, ni mencionó a Montesinos al comunicar la desactivación del SIN.
El ex candidato presidencial Luis Castañeda comentó ayer que la situación en Perú «es complicada», porque se deberá buscar un consenso «para darle una salida legal al problema». «Hay que llegar a un acuerdo que incluya a todos los sectores políticos y de la sociedad para lograr que se den esas elecciones y buscar una salida legal del presidente», mantuvo Castañeda.