El presidente de Indonesia, el reformista Abdurrahman Wahid, le plantó ayer cara al viejo régimen del general Suharto y ordenó el arresto del hijo menor del ex jefe de Estado, en relación con la explosión ocurrida en la Bolsa de Yakarta. Hutomo Mandala Putra o «Tommy», como se conoce familiarmente al quinto hijo de Suharto, de 38 años, ha aparecido vinculado este año en varias ocasiones con la investigación sobre supuesta corrupción que se sigue a su padre y con otros atentados.
Quince personas murieron y otras treinta resultaron heridas el miércoles en un atentado registrado en la Bolsa de Valores de Yakarta, que aún permanece cerrada. Pese a la orden del jefe de Estado, «Tommy» sigue en libertad y no parece, según algunos analistas locales, que su arresto vaya a producirse de forma inminente.
La Policía de Yakarta ha solicitado información al Palacio Presidencial sobre el caso y «aún no nos han contestado», dijo el portavoz del cuerpo, coronel Salep Saaf, a la cadena nacional de televisión SCTV. Añadió que la falta de evidencias obstaculiza la consecución de una orden de arresto en los juzgados.
Pero, o hay un mal entendido o la orden dada por Wahid no busca directamente el acto físico de ponerle unas esposas al benjamín de los hijos de Suharto, el hombre cuya palabra fue ley en Indonesia durante 32 años. «He ordenado al jefe de la Policía Nacional que arreste a Tommy Suharto. Incluso si no hay fuertes evidencias contra él, debe ser detenido para evitar que haya otras bombas», dijo hoy Wahid a la salida de una mezquita en la zona norte de Yakarta, según la transcripción oficial de sus declaraciones.